Introducción
Luis Esteban Polo, a quien ya hemos presentado al público de ARKollective en el artículo ‘’Los Hombres Libres’’, es, como allí también hemos dicho, un artista multifacetado, cuyo trabajo en pintura se desdobla en distintos abordajes. Si en trabajos como Fes o Les Hommes Libres le encontramos en ese eje basculante en que el pintor y el arquitecto se equilibran de forma clara, de esta vez quisimos hablar con él sobre su lado más figurativo, pero no menos poético.
En sus trabajos, Luis tiene una interesante colección de acuarelas a la que llamó Arquitectura Blanquita y Colonial. En ella retrata siluetas urbanas, murallas, edificios, cafés, espacios íntimos, con especial enfoque en la arquitectura colonial francesa construida en Marruecos.
Su experiencia de vida en ese país, de más de 10 años, le acercó a ese patrimonio cuya huella dejada por extranjeros tiene varias capas. Desde la presencia romana, pasando por las ciudades-fortaleza portuguesas, hasta las más recientes presencias francesa y española.
Los híbridos arquitectónicos siempre son bellos de descifrar y a veces la errática pincelada puede revelar más verdades que la pluma exacta.
Hemos hablado con Luis tratando de entender su relación con ese patrimonio, su contexto, y de como trato de interpretarlo, sea atraves de las palabras o de la pintura.
El Colonizador colonizado
Las potencias colonizadoras se imponen y también utilizan la arquitectura para ello. Crees que ese es el caso de los 44 años de presencia francesa en Marruecos?
Es inherente a la arquitectura en su aspecto representativo la función propagandística que lleva implícita. Esta función es de carácter extrínseco e intrínseco. La arquitectura urbana y burguesa, en el siglo XVI y XVII en las ciudades Europeas tiene un carácter marcadamente áulico, y cada estado elabora un lenguaje propio y representativo. Las grandes plazas urbanas de las capitales Madrid (Plaza Mayor), Paris (Vendôme), Lisboa (Praça do Comércio) etc, son paradigmas de este aspecto. Y en sus inicios estos lugares simbólicos representan el nacimiento de las nuevas naciones. Es el espacio representativo de esa Monarquía absoluta frente al burgo.
Esta función propagandística dentro de las propias fronteras, se extiende fuera de las mismas de las incipientes naciones, pero a la vez existe un proceso de sincretismo con el lugar, de manera que el colonizador termina por ser a su vez colonizado por el lugar. La adaptación cultural a los países del Magreb nunca fue fácil y el abismo cultural entre estado invasor y la estructura social indígena son irreconciliables.
”(…) pero a la vez existe un proceso de sincretismo con el lugar, de manera que el colonizador termina por ser a su vez colonizado por el lugar.”
El caso de Marruecos no es diferente. En cada lugar se hace de formas distintas y dentro del propio país hay diferencias. Estas las podemos encontrar entre Tánger, Tetuan y Larache, que pertenecen al protectorado español, si lo comparamos a la arquitectura de Rabat, Casablanca o Marrakech.
Sin embargo, si comparamos estos estilos entre sí, vemos reflejado el carácter político de cada país colonizador y el comportamiento frente a la ciudad indígena y sus tradiciones y la interpretación que cada uno hace de la misma. En cuanto al planeamiento urbanístico, Francia construye alrededor de las antiguas medinas, En unos casos el trazado es de marcada continuidad, como es el caso de Rabat, en otros como en Fes, con una nula referencia al pasado. Esto depende de la dificultad con las que se someten cada una de ella. En cuanto al estilo, Francia desea aproximarse al estilo autóctono, elaborando un estilo propio con el tiempo y al mismo tiempo es evidente su deseo de instaurar fuera de sus fronteras una extensión de su modelo centralizado. Sin embargo esa imposición finalmente termina cediendo al lugar.
Crees que es una arquitectura que busca un compromiso?
No puede ser de otro modo. Creo que, en la primera pregunta, respondo de alguna manera a la segunda. El compromiso viene dado por la necesidad de adaptación incluso para su objetivo principal, el sometimiento.
Es célebre la frase del Mariscal Lyautey, cuando asegura que para poder someter al país es esencial mantener la estructura social del mismo a partir de la continuidad de sus costumbres religiosas. La única garantía de orden en el país viene dada por el mantenimiento de sus códigos. De esta manera, se produce la gran grieta entre la Francia republicana de los valores ilustrados, de la independencia entre poder religioso y político, del laicismo revolucionario, que debe de compaginar con el rol de imperio sobre un país musulmán, Difícil dicotomía cuya aceptación hasta el día de hoy, conlleva numerosas contradicciones a nivel geopolítico. El compromiso tiene su origen en este aspecto y se ve reflejado en la arquitectura en el estilo. Es cierto que este problema, no es el mismo que siglos atrás se le plantea a España en las colonias americanas. En este sentido, España lo resuelve con la unidad religiosa, que otros lo interpretarían con la aniquilación de la cultura indígena – tema delicado a tratar en los momentos que corren… Esto nos trae a considerar el tema del sincretismo cultural, que no va a ser igual en cada lugar.
Durante los anos que has vivido en Marruecos, en determinado momento te dedicaste a pintar la arquitectura colonial francesa construida durante los años del protectorado. Qué te atrajo en ella?
Bueno, son muchas cosas, emociones, personales, lugares experiencias, etc. Piensa que es el escenario en el que transcurren todas mis peripecias durante los 10 años que allí viví. Es el fondo repetido de mi vida allí.
A poca sensibilidad que se tenga, uno no puede evitar sentir la luz que reflejan esos edificios, casi siempre cegadora. Esos edificios son el límite entre la luz y la oscuridad. La luz y la sombra de sus zonas porticadas y sus cafés.
En Marruecos, lo que es dificíl es es escapar al contraste. Y esa arquitectura, no deja de ser parte del mismo contraste que percibieron pintores de otras épocas, Delacroix, Matisse, Fortuny, etc. Ellos lo transmitieron a partir del orientalismo y las tradiciones, pero creo que la arquitectura no es ajena a ese juego de luz y sombra. Es cierto que el pintor requiere motivo, y en marruecos el mismo radica en la esencia del contraste… En algún escrito mío hablo de Marruecos como una tiniebla iluminada. Esas arquitecturas coloniales, juegan un perfecto juego.
En algún escrito mío hablo de Marruecos como una tiniebla iluminada. Esas arquitecturas coloniales, juegan un perfecto juego.
En tu pagina web, a propósito de ella dices:
“Arquitectura colonial francesa, blanca e inmaculada, pero también repleta de escamas y de mugre. A veces edificios como ballenas varadas a las orillas del océano, como fantasmas vivos que se repliegan a la oración ante la voz del almuecín.”
Parece que, si por un lado la arquitectura colonial trajo una forma ordenada y clara de construir ciudad, por otro, y en hoy dia, trae consigo otro peso, el de la memoria, que no es tan pacífica. A esto te refieres?
Bueno, creo que tiene mucho que ver con lo que te he comentado en la pregunta anterior. El problema es irreconciliable. La imposición del cartesianismo en su esencia, no dejó nunca una huella muy profunda en el alma del Magreb, y yo diría que nunca fue aceptada. En ese sentido, esos edificios, no dejan de ser los fantasmas de una época del pasado. Esto no quiere decir, que el país no se desarrolle en la misma dirección en la que se desarrolla el mundo globalizado al que pertenecemos todos. A día de hoy, ya no podemos evaluar el presente bajo la directriz historicista marcada por el Occidente. Marruecos está adscrito a la actualidad como el que más, y uno de los objetos que más llaman la atención cuando llegas al país son los campos de antenas parabólicas que se observan desde el cielo cuando aterrizas. Es un país muy mediatizado y otra víctima más de la globalización.
El crecimiento de las ciudades en Marruecos es exponencial, y se descentraliza cada día. El desarrollismo ha modificado y explotado las ciudades, y a excepción de Marrakech (por motivos turísitcos) desprecia el centro de la ciudad. La clase media, se encuentra en el centro de la ciudad, como lugar administrativo, pero la desprecia como lugar de habitat. El abandono de estas joyas arquitectónicas es latente. Los ambientes alrededor del Hotel Balima (ahora en restauración), son mugrientos y decadentes. Desde hace unos años acá, se habla de conservación del patrimonio pero aún no se ha elaborado un plan sólido en este aspecto. Aunque no sea políticamente correcto decir lo que te voy a decir, la ausencia de conservación del patrimonio, aísla el edificio antiguo y le confiere un aspecto de ruina que no deja de ser poético, al menos a los ojos de un artista. Con esto, no quiero que se me mal interprete, y que se piense que lanzo un mensaje peyorativo en relación a la conservación del patrimonio, pero tampoco la restauración por el solo hecho de ser restauración se justifica, y en algunos casos degenera en pastiche. La ruina de por sí, también es bella. A esto hay que añadir, que el concepto público del urbanismo en los países árabes no tiene nada que ver con el europeo, es más diría que no existe. Existe el jardín como lugar espiritual vinculado a la cultura islámica, pero este nada tiene que ver con el parque.
En este momento, se está intentando cultivar esta actitud con una intención de apertura hacia el exterior. Se está efectuando una transformación enorme en la red de infraestructuras del país, nuevas estaciones, carreteras, vías, grandes edificios representativos, centros comerciales, y en este sentido, estas obras están dando un impulso a una manera nueva de comprender el urbanismo y la arquitectura de forma extrínseca y representativa. Sin embargo, hacia el pasado colonial, se comienza ahora a hablar ahora de él, pero durante los últimos 40 años permaneció completamente olvidado.
Es por ello, que el aspecto que presentan los edificios a veces es fantasmagórico y mugriento.
Un ejemplo bueno para saber percibir esa decadencia (y no es solo una experiencia arquitectónica), es frecuentar los bares donde se expende el alcohol por las noches. El Terminus, o el Henry’s en Rabat, antros nocturnos que nos transportan a otras épocas. Esa decadencia me resulta también atractiva. No creo en los mundos perfectos.
La huella dejada por Francia en las ciudades marroquíes es fuerte y diversa en estilos – arabe/afrancesado, arte nuevo, modernista, etc. Imagino que aún sigue marcando la producción arquitectónica actual, es así?
Es muy interesante esa pregunta. Fijate en Marruecos, no existen para empezar el número de estudios de arquitectura que tenemos en Europa. Es verdad que en este momento el número de arquitectos que se licencian está aumentando exponencialmente, pero cuando yo llegué en 2008 a Rabat, los nombres de arquitectos en una ciudad de 2 millones de habitantes se contaban en un puñado. Todos ellos, por supuesto de origen magrebí, pertenecientes a familias poderosas que enviaron a sus hijos a estudiar a Francia, y por ende, regresan a su país con una formación y la capacidad de dominar el mercado de la arquitectura. En este sentido, piensa que la educación de esos arquitectos es 100% francesa, con lo cual su formación se tiene que hacer notar.
Sin embargo desde la independencia, la calidad arquitectónica, brilló por su ausencia, con algún caso excepciona. En los años 70 existe algún caso interesante, pero como te digo, fue un laboratorio de arquitectura antes de la independencia, pero a partir de esa decada, la especulación urbanística dividió la producción arquitectónica entre el alto-medio y el bajo standing… Se puede decir que durante el final del siglo pasado, no se percibe un lenguaje propio.
Al final del periodo de protectorado, existen una serie de arquitectos, entre otros, Zevaco, De Mazieres, etc… todos grandes maestros de la arquitectura. Una vez independiente, estos continúan en el país, pero permanecen aislados y no son muy valorados… Por cierto, de Zevaco, un desconocido, con grandes obras maestras…..Curtis lo introduce en su última historia de la arquitectura contemporánea.
A partir de la muerte de Hassan II existe una pseudo internalización del país, La idea del monarca Mohamed VI de vender al pueblo la imagen de un país en desarrollo ha influenciado mucho sobre la imagen. A veces, y esta es mi opinión, es una imagen vacía, nada nuevo bajo el sol. No obstante las escuelas de arquitectura nacionales hoy están tomando mucho peso y creo que de ahí puede nacer algo nuevo. No lo sé, no sé si tener esperanzas.
Aunque se entiende que los grandes estudios franceses tratan de extender su mercado a sus ex-colonias, en el caso específico de Marruecos se nota una nueva generación que busca su lenguaje propio, verdad?
Si que existen ejemplos como los que me comentas, Kettani y Saad El Kabbaj o Yousef Melehi con la gare de Marrakech, en este último caso aún más autóctono y a la vez creativo. Pero realmente son muy puntuales en este momento. De todos modos, tampoco en España en los últimos 40 años, podemos hablar de lenguajes propios, salvo en los casos excepcionales…
Volviendo a la pintura, siendo el blanco la base cromática para gran parte de los edificios que pintas, eso hace que, en tu opinión, la acuarela sea la técnica más apropiada para representarla?
Es la más práctica a la hora de trabajar al natural, pero es cierto que no sólo es por eso. La acuarela me ha acompañado desde mis primeros años en los que estudiaba en la escuela de Valladolid. La caja de Schmincke la llevo siempre en mi maleta de viaje, vaya a donde vaya.
En referencia a la luz, es cierto que es una técnica basada en el blanco del papel, y su punto de partida es la luz, Vamos siempre del claro al oscuro acompasando al tiempo de secado del agua, y al cambio de la luz diurna. Es una técnica que tampoco nos exige ser muy relamidos a la hora de ejecutarla, Yo siempre lo digo cuando diseño un proyecto. Los primeros bocetos que realizo, los hago a acuarela, y alguien me preguntó por que?
Me parece que un boceto tiene que tener la cualidad de ser el origen de todo, de serlo todo y nada a la vez… No hay nada que más me altere a la hora de proyectar, que superar la jerarquía del tiempo en un proyecto. Hoy creo que la infografía se ha convertido en el enemigo número uno de ese concepto…
No hay nada que más me altere a la hora de proyectar, que superar la jerarquía del tiempo en un proyecto. Hoy creo que la infografía se ha convertido en el enemigo número uno de ese concepto…
La condición atlántica y occidental de Marruecos tiene una luminosidad especial, única. De mis viajes allí, me parece que ella trae tanto de belleza y definición como de crudeza y desnudez. De qué manera te inspira?
Vuelvo a repetir siempre la misma frase: Marruecos, esa tiniebla iluminada. Creo que esa frase lo explica todo. Marruecos es todo y nada a la vez… Ahora me acuerdo de una frase de Kazantzakis en Zorba el Griego…. Cuando se está acercando a Creta desde el barco y ve la silueta de la isla iluminada… Para él ese apagarse y encenderse de las islas en Grecia explican la fantasmagoria de la nada, vamos, la vida misma! Vale ese párrafo para Marruecos.
Ese edificado al borde del mar que, por medieval, se cierra sobre sí mismo, y que aparece en casi todas las ciudades costeras de Marruecos es una imagen siempre paradójica. Lo pintas varias veces, te atraía esa imagen cuando vivías allí?
Es curioso que esa pregunta me la haga un portugués. El origen de la arquitectura fortificada al lado del atlántico es al 100% portuguesa. No hay que olvidar que tanto Asilah, como Rabat, Essaouira, Al Jadida, y otras más, son enclaves en su inicio Portugueses. Y fíjate lo curioso, un país en la misma latitud que Portugal, idéntico en sus costas, no pueda decirse que sea un país que mire al océano. Nada que ver con Portugal, un país en el que se respira el océano ya en el momento que atravieso la frontera de Zamora en Miranda do Douro. Lo presiento en su arquitectura a más de 400 km. En Marruecos, esta relación es inversa. Esa imagen que me propones en la pregunta, me trae una de mis acuarelas, la de las Oudayas de Rabat. Ese enclave era Portugués.










